Caminaba hacia la preparatoria, pensando en que era un día más, común y corriente. Como siempre su hermana iba antes porque quería consultar algunas tareas antes de presentarlas. Pensaba en como iba a esquivar a las fans que siempre lo esperaban para darle regalos y cartas de amor.
Era el chico más gentil y a la vez un playboy. Había estado con muchas chicas de la escuela pero nunca había tenido una relación en serio con ninguna de ellas... una "verdadera novia". Sabía con quién y con quién no meterse y siempre hablaba con la verdad cuando terminaba con alguna de ellas. En el fondo, él también buscaba a su verdadero amor, alguien que pudiera hacer que su mundo tuviera otra razón de ser, pero hasta ahora ninguna chica lo había encandilado de ésa manera.
Cruzó la entrada y como siempre, un grupo de chicas estaban a la expectativa de su aparición pero él, como siempre, con su noble sonrisa las rechazó. Siguió caminando hacia su aula por una ruta diferente para evitar a las demás chicas... cuando ella pasó por su costado: sus cabellos eran castaños, sus ojos verdes, sus labios rosados y algo gruesos, su piel casi blanca, dibujaba una sonrisa en su rostro. Él no la había notado, pues estaban en grados y aulas muy separadas.
Se quedó aturdido, sintió curiosidad por saber quién era ella, pero a la vez cuando éstos pensamientos comenzaron a invadirlo sonrió. Esbozó una sonrisa muy grande, una que nunca había dibujado en su rostro antes porque por primera vez sintió el golpe del amor...
Era el chico más gentil y a la vez un playboy. Había estado con muchas chicas de la escuela pero nunca había tenido una relación en serio con ninguna de ellas... una "verdadera novia". Sabía con quién y con quién no meterse y siempre hablaba con la verdad cuando terminaba con alguna de ellas. En el fondo, él también buscaba a su verdadero amor, alguien que pudiera hacer que su mundo tuviera otra razón de ser, pero hasta ahora ninguna chica lo había encandilado de ésa manera.
Cruzó la entrada y como siempre, un grupo de chicas estaban a la expectativa de su aparición pero él, como siempre, con su noble sonrisa las rechazó. Siguió caminando hacia su aula por una ruta diferente para evitar a las demás chicas... cuando ella pasó por su costado: sus cabellos eran castaños, sus ojos verdes, sus labios rosados y algo gruesos, su piel casi blanca, dibujaba una sonrisa en su rostro. Él no la había notado, pues estaban en grados y aulas muy separadas.
Se quedó aturdido, sintió curiosidad por saber quién era ella, pero a la vez cuando éstos pensamientos comenzaron a invadirlo sonrió. Esbozó una sonrisa muy grande, una que nunca había dibujado en su rostro antes porque por primera vez sintió el golpe del amor...
Esto es muy recontra-archi Clásico, PORQUE SE HA ESCRITO DE LO MISMO EN CASI EL 99.9% DE LOS BLOGS.
ResponderBorrarEs el mismo caso de los cuentos de hadas tipo Cenicienta, también de las telelloronas mexicanas... La verdad es que yo ya crecí (aunque no hace falta crecer, los niños de ahora ya no se la creen eso) y ya no me "trago" esos cuentos.
Quizás ponerle más realismo,hacer de las historias algo humano,existente, palpable, posible,que realmente pasé, etc.
Bueno lo único que me gusto de tu post es la ortografía.
Bye
Te sigo leyendo
PD:Tómalo como una crítica constructiva pero ese tema es patético. Espero que te sirvan mis consejos;al fin y al cabo,TÚ eres la dueña del blog.
Cambiando de tema, lo de mi USB...jaja. Solo tenía trabajos y asignaciones avanzadas, casi para terminar.Lamento decepcionarte en tus pensamientos.
ResponderBorrarBYE
Jaja, es que por algo se debe de haber quemado tu USB o capaz ya estaba cansado de seguir trabajando para ti xD
ResponderBorrarEn lo del relato, lo tengo en la cabeza desde la secundaria, pero nunca me animé a dibujarlo, así como otro cuento que creé desde la primaria y lo estoy buscando para ponerlo ;)
hey!!!!! si sigues por aquí te invito a leer mi historia; es larga pero estoy seguro que te gustará, sino me das con palo.Quiero saber tu opinión acerca de las chicas como J.
ResponderBorrarQuizá le falte un poco de sangre al asunto.
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