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La Princesa de Hielo


Ella siempre caminaba con paso firme, decía algo y todos la obedecían, bastaba un gesto desaprobatorio para que todos quedaran asustados. Su mirada era fría y dura, sus ojos dorados y penetrantes como si leyera los pensamientos, su piel blanca, sus cabellos rubios... la apodaban la "princesa de hielo" pero nadie sabía lo que había dentro quizás ¿un corazón lastimado por el amor? nadie sabía, nadie preguntaba, sólo juzgaban lo que veían y no querían saber más por temor a perder su trabajo...

De repente la pequeña hija de uno de los trabajadoras se cruzó en su camino rutinario y cayó frente a ella, la pobre madre ahogo un grito de susto porque pensó que sería despedida por haber llevado a su pequeña hija al trabajo... pero simplemente la "princesa de hielo" se agachó y levantó a la pequeña, le preguntó si se había herido y ésta le respondió que no. Entonces, la llevó hacia su madre y se despidió de la pequeña con un beso, todos los que la rodeaban miraban absortos la escena... al parecer la "princesa de hielo" si tenía un corazón dentro de ella... y era uno muy cálido...

El encuentro


Fue a la fiesta sólo para verla y ella estaba deslumbrante. Se puso el vestido negro que a él tanto le gustaba. Él estaba de traje. Apenas cruzaron miradas se acercaron a la pista de baile y, en ése momento, pusieron un tango, por el cual ambos quedaron atrapados en su melodía y sus pies comenzaron a danzar al ritmo de éste...

Sus miradas jugaban mientras ambos bailaban, ella se alejó de él y subió por las escaleras que llevaban a las habitaciones superiores, él la siguió hipnotizado por sus bellos ojos azules que ahondaron en su alma. Entre risas, ella corría lentamente a través de los pasadizos hasta que llegaron al final y se metieron en la habitación.

Lentamente sus dedos la tocaron, le querían demostrar cuánto la amaba. Le dio un beso muy intenso, ella le correspondió con otro igual. Él le bajó el cierre del vestido y ella se avergonzó de estar desnuda frente a él... Él se dio cuenta, así que la abrazó fuertemente y la comenzó a besar con dulzura en la frente. Y ambos entregaron sus corazones completamente ésa noche...

Despedida...


Y de repente saltó, saltó por la ventana, corría desesperado a través de las calles. Todo estaba en silencio, la luna ilumina en lo alto, el pueblo entero dormía. Pero él corría, quería correr, su corazón le ordenaba correr, no podía correr lo que había escuchado, no podía creer lo que le habían hecho...

Hace unas horas la había dejado en su casa, se amaban profundamente y por éso iban a escaparse juntos, en su casa la maltrataban y ella no quería seguir aguantando más. Sus tíos la adoptaron pensando que obtendrían la fortuna de sus padres, que murieron en un accidente cuando ella tenía 10 años, pero lo que recibieron no lo supieron administrar y terminaron en deudas. Así que la pusieron a trabajar vendiendo su cuerpo, ella no quería pero ellos la obligaban.

Hasta que lo conoció a él, un joven muy trabajador con el que a veces se cruzaba en el mercado cuando hacía las compras de la casa, y se enamoraron, pero sus tíos no debían saber de este romance. Él comenzó a ayudarla para que no siguiera vendiendo su cuerpo. Logró hacerse de una pequeña fortuna, suficiente para que ambos escaparan y fueran felices, pero no contaron con que una amiga de su tía los vio y le fue a contar a sus tíos...

Ésa noche, él la dejó a dos calles de su casa. Antes acostumbraban separarse cerca de la plaza, pero él quiso dejarla más cerca porque quería ver durante más tiempo su bello rostro, su sonrisa, sentir sus abrazos y sus besos. La vio entrar por la puerta e inmediatamente se fue a hacer sus maletas. Estaba feliz, por fin podrían estar juntos en otro pueblo, con otra identidad... pero le tocaron a la puerta una amiga de ambos y le dijo que escuchó gritos en la casa de ella, se escuchó un disparo y todo quedó en silencio....

Cuando llegó a su casa, tocó fuertemente la puerta, se escuchaban gemidos. Tiró la puerta y la vio a ella tirada en el piso, rodeada de sangre, apenas respiraba. Él se acercó a ella, que mirándolo dulcemente le dijo "te amo" y cerró sus ojos. Su corazón saltó y salió por las calles a buscar a sus tíos por lo que pasó, pero ya habían huido. Volvió junto al cadáver, besó sus labios y le dijo que también la amaba...

Decepción...


Ella corría por el bosque, sola, no podía creer lo que había visto, sus sueños se derrumbaron delante de ella... El amor de su vida la había traicionado con su peor enemiga y amante, ella lo había visto todo desde la ventana de la casa de él, y lo peor es que estaba embarazada...

Él no se había dado cuenta de que ella miraba por la ventana cuando celebraba su matrimonio, para él, ella era un objeto para escalar en la cima de la gloria a la que él siempre había aspirado, todo había sido planeado por los dos, nunca la había amado, ni podía amar a nadie...

La luna la acompañaba mientras corría, saltó un par de riachuelos, pero no se dio cuenta de que corría hacia un precipicio. Llegó a la orilla, estaba cegaba por el dolor, pidió un deseo a la luna, y entonces decidió lanzarse al abismo. Nunca más supieron de ella...

Y un día...


Caminaba hacia la preparatoria, pensando en que era un día más, común y corriente. Como siempre su hermana iba antes porque quería consultar algunas tareas antes de presentarlas. Pensaba en como iba a esquivar a las fans que siempre lo esperaban para darle regalos y cartas de amor.

Era el chico más gentil y a la vez un playboy. Había estado con muchas chicas de la escuela pero nunca había tenido una relación en serio con ninguna de ellas... una "verdadera novia". Sabía con quién y con quién no meterse y siempre hablaba con la verdad cuando terminaba con alguna de ellas. En el fondo, él también buscaba a su verdadero amor, alguien que pudiera hacer que su mundo tuviera otra razón de ser, pero hasta ahora ninguna chica lo había encandilado de ésa manera.

Cruzó la entrada y como siempre, un grupo de chicas estaban a la expectativa de su aparición pero él, como siempre, con su noble sonrisa las rechazó. Siguió caminando hacia su aula por una ruta diferente para evitar a las demás chicas... cuando ella pasó por su costado: sus cabellos eran castaños, sus ojos verdes, sus labios rosados y algo gruesos, su piel casi blanca, dibujaba una sonrisa en su rostro. Él no la había notado, pues estaban en grados y aulas muy separadas.

Se quedó aturdido, sintió curiosidad por saber quién era ella, pero a la vez cuando éstos pensamientos comenzaron a invadirlo sonrió. Esbozó una sonrisa muy grande, una que nunca había dibujado en su rostro antes porque por primera vez sintió el golpe del amor...