Su inicio coincide con el solsticio de verano para el hemisferio norte o el de invierno para el sur. Su símbolo, entre otras cosas, expresa el cambio del movimiento solar, que se torna descendente o ascendente para cada uno de los hemisferios. Se ubica en medio del año como enlace entre una mitad y la siguiente. Es el puente entre lo individual (Aries, Tauro, Géminis y el ser en el mundo de Leo, Virgo, Libra).
Y esta función de enlace, lo llevará a situaciones de profunda individualidad seguidas por la necesidad de conectarse con el entorno, en una especie de danza de vaivén sin fin, algo de lo cual también muestra el símbolo que representa a Cáncer.
Habitualmente el símbolo también se asocia con el cangrejo, animal de movimiento oscilatorio hacia delante y atrás, con una caparazón dura, una pinzas amenazantes cuya función es defender el interior blando y vulnerable.
Así, los cancerianos se muestran distantes, a veces herméticos y a la defensiva, a fin de proteger su mundo emocional intenso e íntimo de cualquier embestida exterior.
Por momentos, dan la sensación de carecer defensa corporal, su mundo psíquico parece hallarse indefenso, desnudo, expuesto, lo que les produce un sentimiento de vulnerabilidad psíquica y desamparo. Como consecuencia, los embargará el temor frente a la vida y a las situaciones desconocidas.
Generan intensos vínculos de simpatía con el entorno, que juegan como una envoltura que protege la desnudez. Así como rápidamente desarrollan la percepción de antipatía hacia aquellos que captan como amenazantes o indiferentes a sus demandas emocionales. Estamos inmersos en el mundo de la subjetividad extrema.
Subjetividad similar a la de la madre que encuentra bello y perfecto a su hijo, sólo porque es su hijo y en caso de haber problemas, la causa siempre se derivará a otros. "Mi nene es tan bueno que se deja influir por las malas compañías..." decía la mamá de Al Capone. "El nene es tan inteligente que despierta envidias, por eso lo calumnian" decía la Marquesa de Sade.
La similitud con el arquetipo de la madre, puede pensarse desde varias perspectivas. Una es la de la madre como envoltura protectora de la fragilidad del hijo, pero a la vez el hijo genera una coraza que permite a la madre pelear en el mundo con una fuerza desconocida mientras sólo se movió en el mundo privado del hogar. Como la Madre Coraje de Brecht, o las Madres de Plaza de Mayo o de tantos otros países latinoamericanos que se han organizado aguerridamente a partir de exigir saber qué ha pasado con sus hijos asesinados o secuestrados.
En el cuerpo humano rige el estómago y los pechos femeninos, reforzando la idea del cuidado y la nutrición propias de la función materna.
Y así como existen madres que protegen a sus hijos para que sean seres seguros y libres, otras los alientan a ser débiles y dependientes (para no perder jamás ellas el lugar central), y algunas hacen del chantaje un estilo de vínculo ("salí tú que eres joven, total yo me quedo sola y sin dormir hasta que vuelvas"); Cáncer puede ser protector respecto de aquellos que percibe débiles, pero también déspota en relación a quienes dependen emocionalmente de él o demandante hasta la asfixia.
Pero en cualquiera de las versiones posibles, la constante será mantener vínculos poderosos con el pasado ("Todo tiempo pasado fue mejor" es una afirmación sin duda canceriana), la familia, la niñez y los lugares relacionados con las raíces y la seguridad, como el barrio de nuestra infancia o la patria. Leal, devoto y sentimental, tiende a aferrarse (como las pinzas del cangrejo) a lo conocido, sean personas, situaciones u objetos apreciados.
Posee simpatía y sensibilidad hacia las demandas emocionales de los demás. Gusta de ser necesitado, cuidar de otros y a menudo se preocupa por aquellos que ama. Centra su vida alrededor del hogar y la familia, con una marcada sensibilidad a las situaciones de aceptación, indiferencia o rechazo.
Más interesado por las personas y los sentimientos que por los logros o la posición social, valora los gestos de bondad, consideración y ternura más que cualquier honor que el mundo pueda ofrecerle.
Como es marcadamente emocional, sus sentimientos y experiencias personales dominan sus opiniones en mayor medida que la razón, la lógica o los principios abstractos. Le cuesta tomar distancia para evaluar una situación de manera justa y objetiva, pues sus lealtades y simpatías interferirán siempre el juicio.
Su mirada marcadamente subjetiva, lo lleva muchas veces a construir una pared defensiva contra el dolor y el rechazo que percibe cuando el mundo exterior no es todo lo receptivo que desea. Con facilidad cae en sentimientos de timidez y vulnerabilidad.
Otro rasgo notable es la variabilidad del humor en Cáncer con subidas y bajadas de las que pocas veces puede dar cuenta el propio sujeto. La fuerte corriente de empatía que genera con el entorno, hace que muchas veces actúe, sin saberlo, el clima emocional de quienes lo rodean.
Por ello, necesita de un tiempo y un espacio en su vida para retirarse "a regar con el agua de los deseos insatisfechos las plantas de la fantasía", al decir de un autor que no carece de vuelo poético. Si no puede replegarse sobre sí para soñar y recuperar energías, se torna irritable y descontento.
Es importante que realice tareas creativas, desde la música hasta cocinar, donde pueda expresar sus mejores virtudes: la sensibilidad, la imaginación y la compasión, para que el exceso de vivencias no se manifieste a través de conductas instintivas o irracionales.
Sus defectos rondan alrededor de la incapacidad para soltarse del pasado y seguir adelante, el sentido del clan y los prejuicios, y una marcada tendencia a sentirse víctimas indefensas cuando se encuentran con las asperezas de la vida.
Y esta función de enlace, lo llevará a situaciones de profunda individualidad seguidas por la necesidad de conectarse con el entorno, en una especie de danza de vaivén sin fin, algo de lo cual también muestra el símbolo que representa a Cáncer.
Habitualmente el símbolo también se asocia con el cangrejo, animal de movimiento oscilatorio hacia delante y atrás, con una caparazón dura, una pinzas amenazantes cuya función es defender el interior blando y vulnerable.
Así, los cancerianos se muestran distantes, a veces herméticos y a la defensiva, a fin de proteger su mundo emocional intenso e íntimo de cualquier embestida exterior.
Por momentos, dan la sensación de carecer defensa corporal, su mundo psíquico parece hallarse indefenso, desnudo, expuesto, lo que les produce un sentimiento de vulnerabilidad psíquica y desamparo. Como consecuencia, los embargará el temor frente a la vida y a las situaciones desconocidas.
Generan intensos vínculos de simpatía con el entorno, que juegan como una envoltura que protege la desnudez. Así como rápidamente desarrollan la percepción de antipatía hacia aquellos que captan como amenazantes o indiferentes a sus demandas emocionales. Estamos inmersos en el mundo de la subjetividad extrema.
Subjetividad similar a la de la madre que encuentra bello y perfecto a su hijo, sólo porque es su hijo y en caso de haber problemas, la causa siempre se derivará a otros. "Mi nene es tan bueno que se deja influir por las malas compañías..." decía la mamá de Al Capone. "El nene es tan inteligente que despierta envidias, por eso lo calumnian" decía la Marquesa de Sade.
La similitud con el arquetipo de la madre, puede pensarse desde varias perspectivas. Una es la de la madre como envoltura protectora de la fragilidad del hijo, pero a la vez el hijo genera una coraza que permite a la madre pelear en el mundo con una fuerza desconocida mientras sólo se movió en el mundo privado del hogar. Como la Madre Coraje de Brecht, o las Madres de Plaza de Mayo o de tantos otros países latinoamericanos que se han organizado aguerridamente a partir de exigir saber qué ha pasado con sus hijos asesinados o secuestrados.
En el cuerpo humano rige el estómago y los pechos femeninos, reforzando la idea del cuidado y la nutrición propias de la función materna.
Y así como existen madres que protegen a sus hijos para que sean seres seguros y libres, otras los alientan a ser débiles y dependientes (para no perder jamás ellas el lugar central), y algunas hacen del chantaje un estilo de vínculo ("salí tú que eres joven, total yo me quedo sola y sin dormir hasta que vuelvas"); Cáncer puede ser protector respecto de aquellos que percibe débiles, pero también déspota en relación a quienes dependen emocionalmente de él o demandante hasta la asfixia.
Pero en cualquiera de las versiones posibles, la constante será mantener vínculos poderosos con el pasado ("Todo tiempo pasado fue mejor" es una afirmación sin duda canceriana), la familia, la niñez y los lugares relacionados con las raíces y la seguridad, como el barrio de nuestra infancia o la patria. Leal, devoto y sentimental, tiende a aferrarse (como las pinzas del cangrejo) a lo conocido, sean personas, situaciones u objetos apreciados.
Posee simpatía y sensibilidad hacia las demandas emocionales de los demás. Gusta de ser necesitado, cuidar de otros y a menudo se preocupa por aquellos que ama. Centra su vida alrededor del hogar y la familia, con una marcada sensibilidad a las situaciones de aceptación, indiferencia o rechazo.
Más interesado por las personas y los sentimientos que por los logros o la posición social, valora los gestos de bondad, consideración y ternura más que cualquier honor que el mundo pueda ofrecerle.
Como es marcadamente emocional, sus sentimientos y experiencias personales dominan sus opiniones en mayor medida que la razón, la lógica o los principios abstractos. Le cuesta tomar distancia para evaluar una situación de manera justa y objetiva, pues sus lealtades y simpatías interferirán siempre el juicio.
Su mirada marcadamente subjetiva, lo lleva muchas veces a construir una pared defensiva contra el dolor y el rechazo que percibe cuando el mundo exterior no es todo lo receptivo que desea. Con facilidad cae en sentimientos de timidez y vulnerabilidad.
Otro rasgo notable es la variabilidad del humor en Cáncer con subidas y bajadas de las que pocas veces puede dar cuenta el propio sujeto. La fuerte corriente de empatía que genera con el entorno, hace que muchas veces actúe, sin saberlo, el clima emocional de quienes lo rodean.
Por ello, necesita de un tiempo y un espacio en su vida para retirarse "a regar con el agua de los deseos insatisfechos las plantas de la fantasía", al decir de un autor que no carece de vuelo poético. Si no puede replegarse sobre sí para soñar y recuperar energías, se torna irritable y descontento.
Es importante que realice tareas creativas, desde la música hasta cocinar, donde pueda expresar sus mejores virtudes: la sensibilidad, la imaginación y la compasión, para que el exceso de vivencias no se manifieste a través de conductas instintivas o irracionales.
Sus defectos rondan alrededor de la incapacidad para soltarse del pasado y seguir adelante, el sentido del clan y los prejuicios, y una marcada tendencia a sentirse víctimas indefensas cuando se encuentran con las asperezas de la vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario